viernes, 1 de enero de 2010

Unas locas en Madrid - Musical Chicago

El año pasado, fin de semana 19 de diciembre, hice una excursión a Madrid a ver el Musical Chicago, pero no me fuí sola. Hasta ahora la mayoría de los musicales que he visto han sido en Madrid y junto a Daniel, pero esta vez ha cambiado la cosa: ME HE IDO JUNTO A 7 MUJERES MÁS!. Desde Valencia salimos 5 y en Madrid nos esperaban otras 3 (entre ellas mi madre que ya llevaba en Madrid unos 10 días).

Ha estado genial. El viaje muy divertido, todas juntas en un coche de esos que tienen hasta 7 plazas, y a mitad de camino almuerzo (algo que ninguna solemos hacer, pero como excepción cumplimos con este ritual español: que si bocata de tortilla, de jamón, aceitunitas, cervecita...). No vi la cara del camarero del bar, pero todos los días no creo que vea una entrada tan triunfal de 8 mujeres!!!

Llegamos muy bien a Madrid y allí, mi tía, mi madre y una amiga de mi tía, nos esperaban ya con la mesa puesta para comer, no nos quedaba mucho tiempo para la función, ibamos a la de las 6 de la tarde.

El tiempo pasaba muy rápido y recién comidas tuvimos que arreglarnos rápido para poder llegar a tiempo al espectáculo (8 mujeres en una casa con sólo un baño, y tenerse que "maquearse" rápido, no fué nada fácil, os lo aseguro).

Una vez todas estupendas para la ocasión, cogimos el autobús en lugar del metro, para disfrutar de las vistas de la capital de España. Llegamos al teatro muy pero que muy justitas de tiempo, pero llegamos, que era lo importante. El musical una pasada, nos gustó mucho a todas, y además en el descanso estuvimos muy pero que muy entretenidas; hubo un problemilla con la asignación de los asientos que nos afectó y mi querida madre, tía y alguna que otra más del grupo armaron una buena...vamos, que el resto del teatro se enteró de todo, hasta se retrasó unos minutos el comienzo de la segunda parte...Uff, que vergüenza, y eso que yo mucha vergüenza no suelo tener.

Pero vamos, después de la obra, nos dimos una vueltecita por el centro de Madrid para hacer tiempo para cenar: el Palacio Real, Mercado de San Miguel, la Plaza Mayor...y llegó la hora de la cena y ¡qué bien cenamos! y ¡qué bien nos lo pasamos!

Ya en casa todas a ponerse el pijama y a charrar como locas...¡qué desmadre! 8 mujeres en una casa con tan sólo 3 habitaciones.

Al día siguiente de vuelta a casa, con una más; mi madre volvía con nosotras, el coche ya era un autobús en toda regla. A mitad de camino el almuercito y a las 3 de la tarde en casa en Valencia.