Empezamos el puente de la Constitución. Bueno, lo empieza quien tenga la suerte de tener libre el lunes, por eso me permito decir que empezamos. Ahora que está en boca de todos el debate sobre si se deben retirar o no los crucifijos de las escuelas, queda patente que estamos en un país cada vez menos religioso. Lejos queda el puente de la Inmaculada como se decía cuando yo era pequeño (de hecho era la única opción antes de 1978). Luego se fue igualando la balanza, incluso se podría pensar en "el puente de la Inmaculada Constitución", para posteriormente dejar de lado lo religioso para pasar al lado laico.
Diferentes vistas de las Cortes Valencianas (Valencia)
Hemos quemado ya casi una década de este siglo XXI, y pienso que al final acabará llamándose el "puente de diciembre". Pasamos totalmente de la religión y de la democracia. Sólo nos interesa encadenar unos cuantos días de fiesta para poder descansar, o lo que es peor, quedarnos atascados 5 horas en cualquier carretera de la piel de toro.
Pero no debemos olvidar que tenemos la suerte de poder vivir en un país con una constitución en la que todos somos (en teoría) iguales.
A pasarlo bien estos días.