Allá por septiembre relataba mi odisea en los campos de arroz de Sollana, con una tromba de agua que casi me deja hundido en el lodo - leer artículo -.
Hoy he vuelto al mismo sitio, y la diferencia ha sido muy agradable. Para esta a finales de noviembre, está haciendo un tiempo primaveral. Además ya han acabado las obras (esta es la parte que menos me gusta, por mi trabajo), así que medioambientalmente hablando, el sitio valía la pena visitarlo. Como llevaba la cámara compacta, he aprovechado para sacar unas fotos del lugar. Los campos ahora están que "no son ni chicha ni limonada", ya que ni están verdes ni están inundados.
Otra parte buena que tiene la Albufera en esta época son los turistas del norte, que vienen volando en líneas de bajo coste (sus propias alas). Es interesante ver las diferentes especies de grullas, patos, y otros bichos voladores que no me atrevo a clasificar.
Imágenes de la Albufera, en el término de Sollana