Sentado cómodamente desde el sofá de casa, mientras mi querida hace zapping con la tedeté (tantos canales y tan pocas cosas que ver), escribo esta mi primera entrada de nuestra era WIFI.
Hoy por fin he podido instalar y encriptar nuestro enrutador de la señal de cable de Oh, no!!, para poder seguir navegando por internet (como ahora). Con lo anti-portátil que era yo antes, y lo contento que estoy con mi nuevo gadget. He tenido que cumplir cuarenta años para poder tener la excusa perfecta para tener mi propio portátil.
Pues eso.