miércoles, 16 de febrero de 2011

De Madrid al cielo

Esta mañana he tenido la oportunidad de subir a la planta 48 del edificio Torre Espacio, una de las cuatro grandes torres que pintan la nueva silueta de Madrid. La verdad es que las vistas son espectaculares, haciendo que el famoso Pirulí se quede enano al fondo.

Siempre que he venido a Madrid he querido acercarme a ver estos colosos de cristal y acero, pero quién me iba a decir que tendría la oportunidad de poder entrar en uno de ellos.

La Castellana y la estación de Chamartín. A la derecha, sus vecinos arquitectónicos.
El acceso es muy curioso. Tiene tres bloques de ascensores, separados por tramos de pisos. El ascensor que he cogido yo iba a los pisos 33 al 52. En lugar de llamar al ascensor sólo con el botón, le indicas a qué piso quieres subir y te indica cuál de los seis que hay en el bloque te va a llevar (dicen que es para ahorrar energía). Una vez dentro, se nota una aceleración impresionante hacia arriba y empiezan a taponarse los oidos. Es para cagarse literalmente, pero subir andando 48 pisos bien vale 20 segundos de cague.

Una vez arriba las vistas son alucinantes. Me ha comentado la persona a quien iba a ver que hay veces que arriba nieva mientras abajo está lloviendo, o hay veces que ni tan siquiera ven el suelo por las nubes. Yo he tenido suerte, y aunque estaba bastante nublado he podido ver bastante lejos en el horizonte.

Pero al bajar en el ascensor el canguelo se apodera de mí (reconozco que soy un cobardica). Yo solo, a unos 150 metros de altura sobre el Paseo de la Castellana. Se cierran las puertas del ascensor....y eso empieza a bajar a toda leche. Casi a la misma velocidad, un hilo de diarrea empieza a surcar mis piernas, preguntándome si parará o nos parará el suelo. Se me tapan los oidos. Trago saliva, y en pocos segundos la caída libre se va suavizando, para posarnos lentamente en el piso cero. Sigo vivo.

Si todo va bien (lo digo por el trabajo) este año volveré a subir en un par de ocasiones más. Esta vez me llevaré la cámara buena para sacar unas buenas fotografías.